Barcelona amplía la red de refugios climáticos, con al menos uno en cada barrio

Las piscinas, museos, bibliotecas o guarderías de Barcelona se preparan para acoger a quienes busquen un refugio durante los episodios más calurosos de este verano. El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este miércoles, que este año estarán disponibles 400 refugios climáticos, 46 más que el año pasado, para proteger a la ciudadanía de las olas de calor o noches tórridas cada vez más frecuentes debido al cambio climático. El consistorio ha puesto en marcha este año un plan basado en la atención a las personas vulnerables, la ampliación de los refugios disponibles en el mes de agosto y mayor proximidad de los establecimientos diseñados para combatir el calor, según ha explicado la teniente del alcalde, Laia Bonet, desde la biblioteca municipal Sant Pau, uno de los refugios del barrio de El Raval (Ciutat Vella). Las piscinas municipales se mantendrán como los únicos refugios a los que se deberá acceder pagando, aunque “nadie se quedará sin poder acceder a una piscina por una cuestión de precios”, ha asegurado Bonet en referencia a bonificaciones y ayudas al .

Desde el consistorio han anunciado que todos los barrios de la ciudad dispondrán de algún refugio climático y que “más del 90% de la población tendrá uno a menos de 10 minutos caminando desde casa en cualquier momento del verano”, en un intento por facilitar el a los refugios a las personas mayores, a los niños o a los colectivos vulnerables. Por otra parte, Bonet ha anunciado que este año se incorporarán a la red varios “micro refugios climáticos”, como farmacias y otros comercios, a la vez que se trabajará con “un equipo de informadores” en los barrios más sensibles para asistir a las personas mayores e informarles de la existencia de los refugios climáticos.

Ante el cierre de varios refugios durante el mes de agosto del año pasado, el Ayuntamiento ha anunciado para este agosto 17 nuevos que estarán disponibles entre semana y 21 nuevos disponibles durante los fines de semana de ese mes. De esta forma, en agosto estarán abiertos 256 refugios climáticos entre semana y 189 durante el fin de semana.

Durante los meses de junio y julio, el 99,1% de la población tendrá a un refugio a menos de 10 minutos caminando desde casa entre semana, mientras que el fin de semana el porcentaje bajará a 90,9%. A estos datos se suma que la cobertura a menos de cinco minutos caminando desde casa será de entre 73,6% y 48,4%, según las autoridades.

“Sabemos que el calor tiene un impacto en la salud y por tanto hemos de hacer de Barcelona una ciudad resiliente e inclusiva” ha asegurado la concejala de Salud, Marta Villanueva. Según el mapa de vulnerabilidad del Plan Clima, existen en total 33 barrios vulnerables a las altas temperaturas en Barcelona. En estos barrios, la población dispondrá de nueve refugios más entre semana y 12 más los fines de semana, durante todo el mes de agosto.

El consistorio ha anunciado como parte de las medidas para combatir el calor la adaptación del espacio público como los espacios de juego con agua para niños, que formarán parte de la red de refugios climáticos. Los juegos con agua se activarán mediante un botón que no permitirá iniciar un nuevo ciclo de agua hasta no haber acabado el anterior y estarán operativos durante dos franjas horarias: en la mañana de 10.00 a 13.00 y en la tarde de 17.00 a 20.00.

Otra de las estrategias para hacer frente al verano pasa por ampliar las zonas de sombra en el espacio público, como parte del Plan de sombra, anunciado por el alcalde Jaume Collboni a principios de mayo y que dotará a la ciudad con 194 espacios de sombra antes de la finalización de su mandato en 2027. Este verano estarán disponibles 66 espacios con sombra, de los cuales 15 están en patios escolares y tres en grandes espacios de la ciudad como la plaza del Mar en Barceloneta, la Rambla del Carmel o la losa de Sant Andreu. A estos se suman las cerca de 200 áreas de juego infantil que ya están protegidas con sombra y 1.740 fuentes para beber.

La ciudad también mantendrá el plan de avisos con cuatro tres fases dependiendo de la temperatura. El plan contempla la fase preventiva, la fase de alerta por calor intenso y la fase de emergencia por calor muy intenso. Esta última se activa cuando la temperatura supera los 36 grados durante el día y los 28 grados durante la noche.