Las candidaturas por firmas, con Claudia López a la cabeza, encienden la carrera presidencial en Colombia

Precedida por una rodada en bicicleta que recordó su campaña por la Alcaldía de Bogotá, Claudia López formalizó este martes su aspiración para alcanzar ahora la Presidencia de Colombia. Ya alejada del que fuera su partido, la Alianza Verde, la también exsenadora inscribió su candidatura ante la Registraduría. “Colombia no aguanta cuatro años más de improvisación, de polarización, clientelismo y falta de ejecución. No más peleadera, carreta, politiquería y corrupción”, aseguró López, en una crítica ácida al Gobierno de Gustavo Petro. La inscripción de las candidaturas por firmas, como la suya, calienta desde ya la contienda por las elecciones del 2026. Además de López, ya se han registrado en los últimos días las candidaturas del exsenador Mauricio Lizcano, quien fue hasta comienzos de año ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, o TIC; David Luna, quien renunció al Senado para lanzarse; o Juan Daniel Oviedo, quien se apartó del Concejo de Bogotá.

López suele definirse como una política de centro. Tan pronto le entregó la Alcaldía de la capital a Carlos Fernando Galán, con la llegada del 2024, emprendió una pausa académica de un año en Harvard, en Estados Unidos, mientras daba los primeros pasos para organizar su campaña fuera de los focos. En el camino renunció a los verdes, luego de que varios del partido se vieron salpicados en el escándalo de corrupción que rodea a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) en el Gobierno de Petro, con quien nunca ha tenido una relación fácil. Ahora presenta su aspiración por un movimiento ciudadano, en lugar de un partido político, como corresponde a la opción de las firmas. “El movimiento Imparables representa a la mayoría de los colombianos que quieren vivir de su talento, a los que entienden la importancia del trabajo digno y la inversión privada, quieren mejorar la educación, recomponer el sistema de salud y recuperar la seguridad en las ciudades y las regiones”, aseguró durante la inscripción.

A un año de los comicios, el desfile de candidatos en la Registraduría obedece al calendario electoral. El proceso de registro de los comités que respaldan las candidaturas avaladas por firmas está habilitado desde el sábado. Lizcano, quien también fue el primer director del Departamento istrativo de la Presidencia de Petro, madrugó a inscribirse ese mismo día. “Tomo la decisión de aspirar a la Presidencia de la República porque un país dividido es un país fracasado. En la historia de Colombia, los políticos han hecho de la división una forma de hacer política y de la estratificación, y del insulto hacia el otro, una forma de gobernar”, dijo entonces. También se ha mostrado crítico con la política de paz total, a pesar de haber sido parte del actual gabinete.

El mismo sábado se inscribió Luna, que viene de ser senador por Cambio Radical, e hizo una destacada oposición desde el Congreso, pero renunció al partido para lanzar su aspiración. “Vamos a recorrer Colombia con una propuesta que una, no que divida; que construya, no que destruya. Porque sí hay un camino para recuperar la esperanza”, aseguró en su declaración de intenciones.

El primer grupo de aspirantes por firmas lo cierra Oviedo, que adquirió notoriedad como director del Departamento istrativo Nacional de Estadística (DANE) en el Gobierno de Iván Duque. Por quedar en un sorpresivo segundo lugar en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá obtuvo un escaño en el Concejo de la capital, pero renunció para doblar su apuesta electoral con una aspiración que, asegura, se propone acompañar con listas al Congreso. “No es un proyecto personal, eso es lo que menos necesita el país en estos momentos; es un proyecto que debe unirnos en un propósito de que la política se puede hacer bien, porque tampoco somos antipolíticos”, declaró al inscribirse.

Los aspirantes que optaron por el camino de las firmas deben presentar el equivalente al 3% del total de votos válidos en las presidenciales de 2022, unas 630.000 firmas, antes del 17 de noviembre. La Registraduría tiene plazo hasta el 21 de enero de 2026 para verificar su validez. Para garantizar su inscripción, los aspirantes suelen hacer planes para recoger al menos el doble de las firmas requeridas. Se espera que en los próximos días se inscriban otros candidatos que han cantado sus intenciones, como el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, de origen conservador, o la comunicadora Vicky Dávila. El excanciller Luis Gilberto Murillo también confirmó recientemente que buscará la Presidencia, pero no ha detallado qué camino se propone para su campaña.

Ante un partidor especialmente concurrido, con varias decenas de precandidatos, las incipientes encuestas electorales no han mostrado un líder sólido que se despegue decididamente del pelotón. El exalcalde de Medellín Sergio Fajardo, quien lideró la coalición de centro en el 2022, y el exsenador Gustavo Bolívar, del oficialista Pacto Histórico, suelen estar a la cabeza de esos primeros sondeos –junto a Dávila–, a la espera de que se decanten los bloques y las alianzas. Ninguno de los dos contempla por ahora inscribirse por firmas.

Se cumple el plazo de las renuncias

El sábado, con el final del mes de mayo, también se cumplió el plazo límite para que renunciaran los funcionarios que no quisieran inhabilitarse para las elecciones. Ya lo habían hecho varios aspirantes afines al presidente Petro, como Bolívar, hasta hace poco director del Departamento de Prosperidad Social; Roy Barreras, embajador en Londres; o Camilo Romero, también embajador pero ante Argentina. De regreso en Colombia, el exgobernador de Nariño oficializó este martes su aspiración, aunque sin definir por qué partido piensa competir. “El camino es el que ya empezó el país. Es momento de reafirmar el propósito”, dijo desde un hotel del centro de Bogotá, acompañado por varios congresistas del Pacto Histórico, originalmente una coalición variopinta. La senadora María José Pizarro y la exministra de Ambiente Susana Muhamad siguen en carrera.

Al final, a pesar de los rumores que les atribuían una aventura electoral, tanto el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, como el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, que pertenece al Partido Verde, se mantuvieron en sus cargos y ya no pueden aspirar ni al Congreso ni a la Presidencia en 2026. Las consultas partidistas están programadas para el 26 de octubre, mientras que las consultas interpartidistas coinciden con las elecciones al Congreso, el 8 de marzo de 2026. La primera vuelta de las presidenciales será el 31 de mayo y la segunda vuelta, en caso de ser necesario, será el 21 de junio del próximo año.