window.arcIdentityApiOrigin = "https://publicapi.elpais.diariomaranhense.net";window.arcSalesApiOrigin = "https://publicapi.elpais.diariomaranhense.net";window.arcUrl = "/subscriptions";if (false || window.location.pathname.indexOf('/pf/') === 0) { window.arcUrl = "/pf" + window.arcUrl + "?_website=el-pais"; }La geopolítica embarra el mercado del arte | Negocios | EL PAÍSp{margin:0 0 2rem var(--grid-8-1-column-content-gap)}}@media (min-width: 1310px){.x-f .x_w,.tpl-noads .x .x_w{padding-left:3.4375rem;padding-right:3.4375rem}}@media (min-width: 1439px){.a .a_e-o .a_e_m .a_e_m .a_m_w,.a .a_e-r .a_e_m .a_e_m .a_m_w{margin:0 auto}}@media (max-width: 575.98px){.cs_p_n{text-indent:0;display:flex}._g-xs-none{display:block}.cg_f time .x_e_s:last-child{display:none}.scr-hdr__team.is-local .scr-hdr__team__wr{align-items:flex-start}.scr-hdr__team.is-visitor .scr-hdr__team__wr{align-items:flex-end}.scr-hdr__scr.is-ingame .scr-hdr__info:before{content:"";display:block;width:.75rem;height:.3125rem;background:#111;position:absolute;top:30px}}@media (max-width: 767.98px){.btn-xs{padding:.125rem .5rem .0625rem}.x .btn-u{border-radius:100%;width:2rem;height:2rem}.x-nf.x-p .ep_l{grid-column:2/4}.x-nf.x-p .x_u{grid-column:4/5}.tpl-h-el-pais .btn-xpr{display:inline-flex}.tpl-h-el-pais .btn-xpr+a{display:none}.tpl-h-el-pais .x-nf.x-p .x_ep{display:flex}.tpl-h-el-pais .x-nf.x-p .x_u .btn-2{display:inline-flex}.tpl-ad-bd{margin-left:.625rem;margin-right:.625rem}.tpl-ad-bd .ad-nstd-bd{height:3.125rem;background:#fff}.tpl-ad-bd ._g-o{padding-left:.625rem;padding-right:.625rem}.a_k_tp_b{position:relative}.a_k_tp_b:hover:before{background-color:#fff;content:"\a0";display:block;height:1.0625rem;position:absolute;top:1.375rem;transform:rotate(128deg) skew(-15deg);width:.9375rem;box-shadow:-2px 2px 2px #00000017;border-radius:.125rem;z-index:10}} Ir al contenido
_
_
_
_

La geopolítica embarra el mercado del arte

Las ventas totales cayeron el año pasado un 12%, hasta 50.500 millones de euros, por el pánico a los aranceles y la enorme volatilidad del mercado

Subastas Sotheby's en Londres
Miguel Ángel García Vega

Cuando parece que el mundo se desmigaja y tienen un círculo más los abedules de la rivera, las tasas de Donald Trump amenazan con derribar 57.500 millones de dólares. Unos 50.500 millones de euros. Son las ventas del mercado del arte del año pasado. La cifra procede del banco suizo UBS y de la economista Clare McAndrew. Hay una sensación que mezcla miedo e incertidumbre. Las transacciones sufrieron un descenso del 12%. Más profundo que durante 2023, cuando se dejaron el 4% interanual. Y los detalles duelen. Las ventas por marchantes cayeron un 6% y en subasta pública se hundieron el 25%. Solo aguantan —un aumento del 14%, frente al ejercicio anterior—las ventas privadas. Ahí el coleccionista no corre riesgos. Tanto pido, tanto vale; si quieres la obra.

Resulta innecesario pasar por Harvard para echar la culpa a las tensiones geopolíticas, la volatilidad de los mercados financieros y la fragmentación del comercio. Las tarifas de Trump cortan igual que los bordes de un folio. “Los recientes aranceles comerciales en todo el mundo pueden tener implicaciones significativas para el mercado del arte”, sintetiza un portavoz de Art Basel, la feria más importante del planeta. Y añade: “Queremos crear un ecosistema artístico resiliente y dinámico”. Pero el desconcierto es el marco en el que se miran entre ellos los galeristas. Nadie sabe qué ocurrirá. El objetivo es que Trump se olvide del arte. Nunca le ha interesado. “La feria TEFAF Nueva York defiende la exclusión de las obras artísticas de las posibles tasas recíprocas de la UE ante la Comisión Europea”, comenta un responsable del encuentro neoyorkino.

Desde luego se lleva el perfil bajo. Lugares donde no existe ruido de compra y venta (como en una feria) o una subasta golpeando el mazo contra el atril. En 2024 las ventas digitales solo cayeron el 1% frente al año anterior. Firmaron 10.500 millones de dólares. Unos 9.150 millones de euros. Nada mal en un mercado en plena desaceleración. Pese a todo resiste. Los pequeños marchantes con ingresos por debajo de los 250.000 dólares (217.000 euros) aguantaron. Las ventas crecieron el 17%. “Los coleccionistas queremos seguir comprando, pero los precios tienen que regresar a cierta lógica, o el mercado lo pasará muy mal”, apunta el coleccionista Paco Cantos. Posee 400 obras y el reto de qué hacer con ellas. “Todo menos venderlas”, despeja.

Hay quienes defienden el optimismo. Patricia Hanna, responsable artística de una de las colecciones más importantes del mundo, con cientos de piezas, la que reúne los fondos del mecenas y multimillonario cubanoamericano Jorge Pérez, cree, citando a su agente de aduanas, que “el arte debería estar exento”. Sin embargo, todo el mundo sabe que el tiempo condicional no es el favorito de Trump.

Pero el coleccionismo tiene mucho de adicción y de esa búsqueda constante del ahora. Lo nuevo. Las personas con un patrimonio neto alto (responden a las siglas inglesas HNWI) destinaron un 52% de su gasto a creadores nuevos y emergentes. Más del 8% que en 2023. Existe una generación, sobre todo la Z (nacidos entre 1996 y 2010), que ha asumido el riesgo (el 55% de sus fondos, acorde con UBS) de apostar por el arte muy joven, que mezcla una estética entre manga y pop. Pues gran parte de estos artistas desaparecerán en unos años. Y su valor en segundo mercado estará cercano a cero. Así funciona el engranaje del mercado.

Pese a Trump y su desinterés, EE UU continúa siendo el líder del mercado del arte. Maneja el 43% de las ventas globales (27.200 millones de dólares). El segundo puesto lo ocupa el Reino Unido. Controla el 18% de las transacciones en valor, unos 10.400 millones de dólares, y la Unión Europea sumó (8.300 millones de dólares) un 8% menos que en 2023. Cerca de los dobles dígitos. ¿Y China? Suya es la tercera plaza con un 15%. Por si alguien se lo pregunta, España no copa más del 2%.

Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO en Madrid el pasado marzo.

Aunque en esta especie de continuo retorno los números dejan la voz a las personas. “Es imposible vaticinar cómo afectarán al mercado esas decisiones erráticas y caprichosas”, ite Maribel López, directora de la feria ARCOMadrid. “Vaticinar sería la palabra adecuada”. Ajeno al léxico también hay algo más. “Es el momento de pensar seriamente en la relevancia del arte para dirigirnos a una sociedad más abierta, empática y tolerante”. Un paso que lleva años pidiendo el sector es un IVA reducido. Aunque en las condiciones económicas actuales parece lejano.

Polarización del sector

Quizá sucede otra cosa, ajena a Trump: “Estoy viendo que se polarizan las compras de manera que hay muchas en la parte baja (menos de 5.000 euros) y bastantes en la parte alta, en cambio, en la zona mediana existen muy pocos coleccionistas. Y esto está pasando factura a muchos. También ocurre que, como cada vez estás más informado, compras fuera ya que te das cuenta de que las galerías españolas representan artistas que no funcionan más allá de los Pirineos. No hay interés”, remata un gran coleccionista que pide el anonimato.

En estos días, la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales (de la que Patricia Hanna hablaba sin citarla), de Trump, excluye a las películas, carteles, fotografías, obras de arte. “Creo que incluso con las exenciones habrá un mayor cumplimiento normativo y de documentación para las galerías y los coleccionistas que efectúan comercio transfronterizo con EE UU”, prevé Clare McAndrew. El arancel sobre el arte chino sigue siendo el 7,5% y Canadá, en represalia, lo subió al 25%. Este mar burocrático significa un mayor coste para las galerías pequeñas. “Me preocupa que esto provoque que los mercados se centren más en lo local y nacional en el futuro inmediato. Si eres una galería estadounidense y esta transacción está garantizada sin complicaciones, aranceles ni papeleo, podrías enfocarte más en esas operaciones”, avisa. Hacer el arte americano grande otra vez.

Retrato del nuevo artista español

Ahí están, bajo estas líneas, los 10 artistas vivos españoles sobre los que el público, entre especializado y generalista, más preguntas formula a la plataforma digital Artsy. Los datos cubren 2024. Y en ellos hay bastantes sorpresas, o quizá no tantas. Faltan, sin duda, los tres pintores vivos más importantes españoles: Juan Uslé, Carlos León y Luis Gordillo. Casi todos representan una generación que supera los 70 años. Suponen un cambio de gusto hacia expresiones donde se mezclan los dibujos mangas y el arte pop. Y la libertad del dibujo. Una nueva especie de sincretismo creativo con artistas conocidos, como Valdés o Plensa, pero también las nuevas miradas de Rafael Macarrón, Edgar Planas o Violeta Maya. Es una lista, se podrían confeccionar otras, con creadores muy diferentes que sí forman parte de ese pequeño canon español: Daniel Steegmann Mangrané, Asier Mendizabal, Ibon Aranberri, o más lejos, viviendo en Los Ángeles, Adriá Julià, o Sergio Prego (Nueva York). Sin embargo, es un reflejo de lo que les interesa sobre todo a los más jóvenes, con excepción de los consagrados Plensa y Valdés. Aparece un cambio de generación. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_