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Vox critica al PP mientras apoya el 90% de sus propuestas en el Congreso

Los populares guardan más distancias frente a los ultras, pero solo le votan en contra una de cada cuatro veces

La portavoz de Vox, Pepa Millán, y su compañero José María Figaredo, en el pleno del Congreso el pasado día 9.
Xosé Hermida

Para escapar de la visible incomodidad de Vox ante el castigo que inflige a Europa su irado Donald Trump, los diputados ultras en el Congreso llevan días recuperando el discurso contra el bipartidismo. Socialistas y populares, denuncian Santiago Abascal y los suyos, son equivalentes, las dos fuerzas que, a partes iguales, mantienen la “burocracia de Bruselas” y el Pacto Verde que “arruina nuestro campo”. Nadie ha llegado tan lejos en esa equiparación como la portavoz parlamentaria del partido. Pepa Millán aprovechó el reciente viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a China para sostener que el objetivo del PSOE y del PP es constituir “un partido único” como el comunista de la República Popular.

Esa actitud beligerante de Vox pareció reflejarse en las votaciones del último pleno de la Cámara baja. Rompiendo con su costumbre, los 33 diputados ultras no se sumaron a una solicitud del PP para que compareciese el ministro de Agricultura a dar cuenta de “sus planes para defender el sistema agroalimentario español”. Y votaron en contra de una proposición de ley de los populares sobre las concesiones de transporte de viajeros por carretera. El PP, en cambio, optó por una posición que viene prodigando ante iniciativas de Vox cargadas de retórica extremista: no las apoya, pero tampoco las rechaza frontalmente y se refugia en la abstención. Esta vez ocurrió con una moción que solicitaba medidas para repatriar a españoles residentes en el extranjero, paso previo a expulsar a inmigrantes que residen aquí. Votó en contra todo el resto de la Cámara, incluida Unión del Pueblo Navarro (UPN), normalmente alineada en el bloque de la derecha.

Este asomo de castigo de Vox a quienes siguen siendo sus socios en decenas de municipios y con quienes acaba de pactar los Presupuestos de la Comunidad Valenciana, no se corresponde en absoluto con su trayectoria en lo que va de legislatura. Porque en el último año y medio, la extrema derecha ha sido un apoyo casi constante para el PP en el Congreso.

Desde su voto favorable a la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, en septiembre de 2023, Vox ha respaldado el 90% de las propuestas que el PP ha llevado al pleno de la Cámara. Un repaso a las 210 iniciativas de los populares sometidas a votación en este periodo —incluidas las mociones y proposiciones de ley que se desgranan por puntos precisamente para recabar los mayores apoyos posibles—, muestra que Vox ha dado el sí a 187. En otras 14 —cerca del 7%—, Abascal y sus compañeros se han abstenido y solo en siete —apenas el 3%— han apretado el botón del no.

Algunos de estos escasísimos noes de los ultras al PP han sido en cuestiones irreductibles de su ideario. El mes pasado, por ejemplo, Vox rechazó una proposición de ley del grupo de Alberto Núñez Feijóo que contemplaba una serie de medidas para garantizar el funcionamiento de las secciones de violencia contra la mujer en los juzgados. Y eso que utilizaba justamente esa expresión, “violencia contra la mujer”, y no el “violencia machista” que es anatema para los ultras. Otras disensiones de Vox con el PP han sido sobre asuntos de política migratoria, como los textos de adhesión a la estrategia general sobre la materia marcada por Bruselas. O en alguna medida para proteger a los menores en el entorno digital. En febrero, la extrema derecha se abstuvo en una moción de los populares para mostrar el apoyo a Ucrania, cuando ya Trump prodigaba los gestos de hostilidad hacia el Gobierno de Volodímir Zelenski.

Esa mano tendida casi constante de Vox hacia el PP no ha encontrado una exacta reciprocidad. Pero tampoco tanto como para que los populares hayan descuidado gestos en las votaciones que eviten incomodar a su único aliado en la Cámara junto al solitario diputado de UPN. De las 165 propuestas llevadas al pleno por la extrema derecha, los populares han apoyado 65, casi el 40%. Y cuando no han estado de acuerdo, han evitado a menudo la disensión total, como lo muestra el elevado número de abstenciones ―60, el 36%― frente a los 39 noes ―menos del 25%―.

Los populares han votado contra algunas de las medidas más extremas de Vox sobre inmigración, como mociones que denunciaban la “invasión” de extranjeros; sobre política fiscal, caso de una propuesta para establecer un tramo único del 15% del IRPF para las rentas de entre 22.000 y 70.000 euros, o sobre políticas de igualdad. También se opusieron a otra que propugnaba acabar con las subvenciones a partidos políticos y agentes sociales. En cambio, respaldaron iniciativas del partido de Abascal para suprimir las ayudas sociales a jóvenes inmigrantes en situación de internamiento o para dificultar la inscripción en el padrón municipal de extranjeros sin papeles y ocupantes ilegales de viviendas.

En esa política de distensión, consistente en no apoyar pero tampoco oponerse de modo frontal, el PP se ha abstenido ante una moción de Vox contra la regularización de los sin papeles ―pese a que el partido apoyó la toma en consideración de la iniciativa legislativa popular que impulsa esa medida―, ante otra que abogaba por que el nacimiento en España no conlleve la concesión automática de la nacionalidad o una más con medidas para combatir el “invierno demográfico”.

Las mayores coincidencias entre los dos principales partidos de la oposición se producen en cuestiones sobre el funcionamiento institucional que conllevan una crítica a las actuaciones del Gobierno. Los populares se sumaron a la propuesta de Vox para reformar el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial y a otra que pretendía recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad, es decir, que la mera isión a trámite en el Tribunal Constitucional del recurso contra una ley conlleve su inmediata paralización. También ha habido una coincidencia casi total entre el PP y Vox en las votaciones sobre temas vinculados a la catástrofe de la dana en Valencia.

En lo que va de legislatura, se han registrado en el pleno del Congreso un total de 1.092 votaciones. El Gobierno en su conjunto o su principal partido, el PSOE, ha encajado 96 derrotas, el 8,79% del total.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.
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