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Crianza
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Por qué no hay que obligar a los niños a dar besos y abrazos

Las muestras de afecto y el o físico deben ser siempre voluntarias y espontáneas, nunca forzadas ni impuestas, por lo que hay que enseñar a los menores a poner límites desde la infancia

La empatía es la herramienta clave para comprender cómo se siente el menor y respetar sus ritmos y decisiones.
Alejandra Melús

Las muestras de afecto que están socialmente establecidas como saludos o normas de cortesía distan mucho de una cultura a otra. Por ejemplo, mientras que en España se saluda dando un apretón de manos o dos besos, o un abrazo a amigos y familiares, en China se hace con un apretón de manos acompañado de una reverencia de cintura a cabeza. En Marruecos, dependiendo de la relación afectiva establecida con la persona a la que se saluda, se hará poniendo la mano derecha sobre el corazón para saludar de una manera más formal o con tres besos si se trata de un familiar o amigo cercano. Estas costumbres han sido adquiridas en el contexto social y cultural de cada uno a través del entorno más cercano, tras la observación de los adultos de referencia, por imitación y repetición.

Desde hace unos años, y, sobre todo, a raíz de la pandemia, las normas de cortesía que implicaban mayor o físico, como los besos y los abrazos, empezaron a cambiar, no solo por el mero hecho de no contagiarse de enfermedades infecciosas, sino también por un tema de higiene. Hay menores que nacieron en un momento donde no se podían hacer visitas en los hospitales, las madres daban a luz solas y no podían recibir a familiares en el centro hospitalario ni en casa para conocer al bebé porque cada uno debía permanecer confinado en su hogar. De ahí que muchos niños y niñas crecieran integrando nuevas normas y hábitos de cortesía, como el saludo únicamente verbal, en lugar de los besos y el o físico, adquiriendo estos como una conducta exclusiva para aquellos familiares y amigos más cercanos a los que ellos mismos autorizaran tal o. En estos casos, es el menor quien debe decidir si desea o no ofrecer tal muestra de afecto sobre los adultos u otros iguales, ofreciendo así su consentimiento para ello.

Este aspecto ha ido cobrando cada vez mayor relevancia. Tanto, que en las consultas de pediatría son los propios pediatras los que hablan con los pequeños sobre dicha cuestión, explicándoles que su cuerpo es solo suyo y son ellos quienes deben marcar los límites y la aprobación para cualquier o físico. La doctora Mar López, pediatra y también escritora, afirma que no se debe obligar a los niños a dar besos ni siquiera a sus abuelos porque les hace dudar de lo que sienten o les apetece hacer. “Si queremos que sean adolescentes y adultos que sepan poner límites, se debe potenciar el consentimiento desde la infancia”, afirma López. En su cuento El monstruo de los abrazos (Beascoa, 2024) aborda de un modo muy cercano y práctico la necesidad de enseñar a los menores a poner límites desde la infancia y a respetar los de los demás, entendiendo que por ser menor no es perteneciente a nadie, ni siquiera a sus propios familiares.

Según el informe Abuso sexual contra menores: un problema grave, estructural y en aumento, de 2024, elaborado por expertos de distintas universidades españolas, entre el 70% y el 85% de los abusos a niños y adolescentes se cometen por el entorno de confianza. Es decir, por el núcleo más cercano al menor, aquellas personas en las que el niño o niña cree poder confiar, así que ni es una garantía de seguridad ni una excusa para forzar el acercamiento.

Desde hace unos años, y sobre todo desde la pandemia, las normas de cortesía que implican mayor o físico, como los besos y los abrazos, han empezado a cambiar.

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Sobre la firma

Alejandra Melús
Experta en inteligencia emocional. Especialista en atención temprana y primera infancia. Maestra de educación especial. Autora de 'Incondicional', un cuento sobre el vínculo de apego seguro entre padres, madres e hijos. Divulgadora de educación en medios, charlas y conferencias. Colabora con la sección de EL PAÍS Mamás & Papás.
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