Adiós a la clásica ceremonia de boda: 9 ideas de rituales simbólicos
Dejando a un lado los ritos más tradicionales de las bodas, como el intercambio de anillos o de arras, ahondamos en otras opciones más modernas.


Quedan seis semanas para la celebración de nuestra boda y empieza a ser urgente decidir cosas que hemos ido posponiendo con la socorrida frase de “eso será problema de la Sara del futuro”. Y el futuro es hoy. Este artículo es un extracto de ‘De Boda’, el boletín de ‘S Moda’ en primera persona sobre cómo se organiza un enlace. Si quieres recibirlo, puedes apuntarte gratis aquí.
Hace unos días nos reunimos con las oficiantes de la boda y tuvimos que elegir el ritual que queríamos hacer en la ceremonia simbólica, esa que se hace en la finca antes o después de firmar en el ayuntamiento o en la notaría.
Quizás no sepas a qué me refiero con el término “ceremonia simbólica”, así que antes de continuar es importante explicar algunas cosas:
- Si te casas en una Iglesia Católica existe una estructura sólida que recoge los rituales de intercambio de arras y de anillos, que están recogidos en un protocolo más amplio sobre cómo es el sacramento. Así lo explica la Archidiócesis de Madrid.
- Si te casas por lo civil en un ayuntamiento o notaría, lo único obligatorio es la lectura y aceptación de los artículos del Código Civil sobre derechos y obligaciones matrimoniales.
- Sin embargo, si te casas en una finca, habiendo firmado ya el papel que os acredita legalmente como casados… Ahí tendrás que tirar de imaginación y decidir cómo quieres construir la boda: tienes plena libertad.
Todos los rituales nupciales pretenden simbolizar la unión de la pareja y la formalización de un nuevo camino juntos. Suelen ir acompañados de un texto, bien sea dicho por la persona que oficia la boda o por los de la pareja. Es un llamamiento a los buenos augurios y a la prosperidad de ese nuevo comienzo. No importa el tipo de ceremonia: el objetivo de todos los rituales es similar.

Dejando a un lado los ritos más tradicionales, como el intercambio de anillos o de arras, vamos a ver otras opciones que, ya te adelanto, ni son “las ceremonias más originales” ni “la última te sorprenderá”. Son tipos de rituales que se llevan haciendo varios años y que pueden inspirarte tanto para imitarlos como para construir el tuyo propio.
Si te pones a buscar un poco y te dejas invadir por el algoritmo de las redes sociales, pronto te darás cuenta de que los rituales son casi siempre los mismos: ceremonia de la arena, de la luz, del vino, la cápsula del tiempo, el intercambio de flores… Lo importante es encontrar el que más se adapte a vuestra personalidad. Eso es lo que hicieron Marcos y Javi, encontrar el suyo: el ritual del vino. “Somos amantes del vino, nos encanta. Nuestros amigos lo saben, lo iban a identificar y se iban a reír”, confiesan. Lo que hicieron fue mezclar en un decantador vino blanco y vino tinto, y beber el ‘clarete’ que surgía de la fusión de ambos.
Una ceremonia que también puede hacerse con otras bebidas, como la cerveza, leche y café... Incluso hay quien se ha inventado la versión con Gin Tonic.

Otra de las opciones es crear tu propio ritual mezclando varios. Lo hicieron en su ceremonia Mariño y Euan: unieron el rito de la arena con el de plantación. Por separado, son así:
- Ritual de la arena. Consiste en echar arena en un tarro o cajita de cristal. Cada miembro de la pareja vierte un tipo de tierra, que puede ser de diferentes colores, procedencias o texturas. El contenedor donde se mezcla la arena suele estar decorado o grabado con las iniciales y la fecha para conservarlo como recuerdo de la unión.
- Ritual de la plantación. La pareja planta un árbol o una planta en una maceta. También puede hacerse con semillas.
Lo que estos novios hicieron fue plantar un pequeño árbol mezclando la tierra natal de ambos: unos puñados desde Asturias y otros desde Edimburgo. Y, por supuesto, después cuidar y ver crecer juntos a ese ser vivo.

El Handfasting (unión de manos) se ha convertido en un ritual simbólico, pero proviene de la tradición celta. Las parejas unen sus manos de forma cruzada construyendo un infinito con sus brazos (la mano derecha coge la izquierda de la otra persona y viceversa). En esa posición, la persona que oficia la boda (o quien se quiera) las anuda con uno o varios lazos o cuerdas, que suelen ser coloridos. Hay quien pone mensajes en las cintas y. para guardarlos de recuerdo.
Aunque tampoco es una ceremonia simbólica, pertenece a la tradición persa. La has visto en la primera fotografía de la newsletter, y el ritual se llama Sofreh. La verdad es que yo no lo conocía hasta que las dos parejas de fotógrafos con las que hablé para escribir la newsletter cómo elegir al fotógrafo de tu boda me lo explicaron. Los novios permanecen sentados frente a una mesa repleta de objetos simbólicos y en un momento determinado “los invitados sostienen un paño sobre las cabezas de la pareja y las damas de honor muelen grandes conos de azúcar compactado sobre el paño, simbolizando dulces bendiciones que llueven sobre la pareja”, me explicaron los fotógrafos Boquerón á Feira.

Para terminar, os dejo una lista con otros de los rituales simbólicos que se estila hacer en las bodas:
Ritual de la luz
Cada miembro de la pareja enciende su propia vela y con ellas ambos prenden una vela más grande. Hay quien, para encender la vela común, se ayuda de otras personas y encienden la llama con ellas o con más velas de sus hijas, hijos u otros de la familia.
Ritual de las flores
Así, como suena: la pareja se intercambia una flor a la vez que unas palabras. Aunque he visto otra opción de este ritual, que es mezclar dos tintes de diferentes colores en el agua y meter una rosa o un clavel blanco, de forma que al finalizar la boda, la flor se habrá teñido de la mezcla de los dos colores.
Cápsula del tiempo
O bien la pareja únicamente o bien con otras personas que ellos escogen, se depositan algunos recuerdos (de ese día y de momentos pasados) dentro de una caja cerrada con un candado. Después, la caja queda sellada hasta la fecha elegida para abrirla. Quizás, quién sabe, en las bodas de Oro.
Ritual de los candados
Dos candados y dos llaves. Uniendo un candado con otro, cada persona de la pareja cierra el suyo con la llave correspondiente, que le entrega a la otra persona. La pareja puede quedarse las llaves o no (no recomiendo tirarlas al mar o al río, la verdad, que contamina muchísimo).
Y si nada te convence, siempre queda la opción de tirar de imaginación y usar vuestra propia historia personal para crear. Virginia Rey es actriz y oficiante de bodas, y confiesa que se inventa muchos ritos para personalizar aún más las ceremonias. “Una pareja usaba el mote cariñoso de ‘pato’ y ‘pata’, así que les hice una especie de rito de intercambio de patitos de goma, que les encantó”, relata. En otra ocasión, como la temática de la boda era “épica, de inspiración celta, Harry Potter…”, diseñó un ritual inspirado en “un rito irlandés en el que los novios tienen que saltar una escoba para que les traiga buena suerte”. Incluso construyó ella misma una escoba con ramas del bosque, que después decoró con los colores favoritos de la pareja.
Este artículo es un extracto de ‘De Boda’, el boletín de ‘S Moda’ en primera persona sobre cómo se organiza un enlace. Solo tienes que apuntarte aquí para recibirlo gratis.
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